sábado, 22 de agosto de 2009

PINK FLOYD: THE WALL (Alan Parker, 1982)
























PINK FLOYD: THE WALL


AÑO: 1982
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
DIRECCIÓN: ALAN PARKER
PRODUCCIÓN: ALAN MARSHALL
PROTAGONISTAS: BOB GELDOF, CHRISTINE HARGREAVES, ELEANOR DAVID, ALEX Mc AVOY, BOB HOSKINS, MICHAEL ENSIGN.


ARGUMENTO:

Pink es un joven líder de una banda de rock cuyo mundo interior está pidiendo auxilio… su universo personal está aullando por derribar el muro que ha ido construyendo a lo largo de su vida, que por un lado le impide dejar fluir su yo interno y por otro lo aliena más y más del resto de los mortales… todo esto, como consecuencia de una sumatoria de vivencias y recuerdos desde la infancia, con un padre ausente (murió en la II guerra mundial), una madre sobre-protectora y más tarde despreocupada, un matrimonio destruido y un sistema estructurado por reglas y normas de vida que tras su apariencia se esconde la muerte… esa que extingue el ser y lo recluye en un calabozo sin salida…

COMENTARIO:

La primera vez que me encontré con THE WALL estaba en plena etapa de adolescencia, fue allá por 1990 y las emociones existenciales me recorrían toda la mente y el cuerpo… estaba en pleno escenario de cambios y turbaciones… mis impulsos creativos, así como mis traumas infantiles se estaban reflejando en cada una de mis acciones… ¡que determinante es la etapa de la niñez para una vida adulta!... ojala se pudiese mantener a través de los años ese halo de fantasía e imaginación que se posesiona en algunas mentes, pero el “sistema” simplemente te lo impide… esos muros que a la larga forman un laberinto, se oponen a la libertad ilimitada y sólo te proporcionan una libertad vigilada… pues bien, la película de Alan Parker versa esencialmente sobre este tópico y realiza mediante composiciones metafóricas una ácida crítica al sistema humano en todas sus áreas: educación, formación moral, afectividad, economía, ideologías, creencias… en fin, todo lo que termina alienando a ser humano de su yo interno y de su red de conexión emocional con el resto, todo ayudado además por la utilización de secuencias animadas que lo impregnan de un misticismo mágico (el águila, las flores, los martillos, las sombras) …
El filme tiene momentos sencillamente notables, como cuando Pink hace remembranzas de su infancia y esa figura paterna inexistente, en el parque (en los juegos), en su casa (cuando se coloca en uniforme), al cuidar una rata moribunda… la secuencia en el colegio con el profesor hijo de puta que se carbonea con los alumnos como una especie de desquite que realiza luego de ser víctima de una esposa manipuladora… las alucinaciones donde se transforma en un neo-nazi líder que incita a la violencia, sus trances hipnóticos frente al televisor que no cesa de pasar basura… Alan Parker se manda una dirección de aquellas, con gran sensibilidad (como es su costumbre) y con un ritmo adecuado a la historia de vida del protagonista, las actuaciones son geniales (en realidad Bob Geldof por sobre todos), la fotografía una delicia, la banda sonora, obviamente compuesta por Pink Floyd, entrañable y desgarradora como toda su música, un guión que es un viaje al más allá del universo, ese que observamos hacia arriba, sin darnos cuenta que su nivel de infinidad se expande dentro de nuestra mente, obra de John Waters… en suma, una notable muestra de que con gran talento se puede llevar a cabo un musical alucinante y fantástico no exento de dramatismo y humor negro, dos infiernos o cielos que están presente en nuestras vidas…
Lo recomiendo por sobre todo, así como la música de la genial banda británica que nos introduce, cual droga, en un pasillo que rara vez queremos andar, el de nuestra propia verdad, con sus miserias y placeres…

OBRA MAESTRA NOTABLE QUE EMOCIONA Y NOS SUSPENDE POR SOBRE EL TIEMPO QUE NOS ACOSA…

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