sábado, 24 de abril de 2010

CATARSIS DE TERROR: FACTOTUM (2005)


LA CREACIÓN DE LA EVASIÓN



Desde siempre que soy un declarado seguidor del gran escritor, poeta y alcohólico por excelencia, Charles Bukowski. Su forma tan descarnada de abordar la vida y la sociedad siempre han sido para mi una fuente de inspiración tremenda… es por ello que he devorado su literatura como un león hambriento y también las incursiones cinéfilas que se realizaron de su existencia, que son otros poemas aparte… Y es que en su aparente “pesimismo” se descuera el alma sin adornos, quedando en evidencia lo ilógico de la lógica y el ingrediente lúdico que surge en la evasión permanente… De hecho, hubo un tiempo en que mi vida creativa estuvo provocada por esas evasiones y fue un periodo muy fructífero y potente… con esto no estoy afirmando, ni recomendando nada, simplemente quiero dejar de manifiesto mi experiencia personal en un lapso de tiempo donde pude pintar mejor, escribir de forma muy instantánea y fluida, hacer algunos actos surrealistas y ser tan responsablemente irresponsable como fuera posible… sin ir más lejos, una de mis dos novelas terminadas (EL ALIENTO) la escribí estando ebrio de principio a fin, en un acto experimental que sacó todas las raíces negativas ancladas en mi alma como una verdadera catarsis explosiva, catarsis de terror… en su argumento hay bastante de mí, pero también bastante del entorno de aquellos años, personajes perdidos, haciendo de todo para perderse más, conflictos existenciales, profundos deseos, rebeldía, salvajismo social, ineptitud espiritual, degradación y gotas de redención en botellas de alcohol digerido…


Creo que ahora entenderán el por qué de mi placer al presentarles esta escena que resume todo lo anterior y se acerca fielmente a la personalidad de Bukowski en la piel de su personaje Henry Chinaski, el hombre de los mil empleos, el apostador compulsivo, el violentador de putas, el creador con tinta de sangre… esta escena pertenece a la película FACTOTUM, protagonizada por un correcto Matt Dillon, donde se aborda un resumen de su vida en un scanner fidedigno del llamado “sueño americano”…


La escena, en realidad, está compuesta por dos momentos, uno de reflexión personal en una de las tantas pensiones de mala muerte que habitó y el otro en una entrevista de trabajo que a mi me fascina… Pues bien amigos pónganle play a la cinta y disfruten de este momento que, de cierta forma, ha sido una transfusión infinita en mis venas, y cada vez que eso ocurre, les juro que llego a catárticos segundos orgásmicos de terror 100% natural…