martes, 6 de julio de 2010

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL CINEASTA CHILENO PATRICIO VALLADARES



UN TORO BIZARRO CON UN DIRTY CURRICULUM

“El cine es negocio y después arte, pero en ningún caso al revés”



Después de una década haciendo cine con una capacidad de autofinanciamiento terriblemente imaginativa, Patricio Valladares, creador audiovisual y chillanejo, nos presenta un verdadero scanners de su filmografía, sus influencias, su visión del cine de terror local y sudamericano, sus fuertes pasiones y su obstinación a toda prueba, que lo tiene ad portas de presentar su primera cinta comercial 100% en las salas de nuestros país, protagonizada por Felipe Avello, con una historia de mucha sangre, balas, sexo, violencia y adrenalina que espera a nadie dejar indiferente.




¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo audiovisual?


La verdad es que llegué a lo audiovisual a través de mi gusto por el cómic, la idea mía era desarrollarme primero en esa área, pero justo se dio la posibilidad de hacer un taller de comunicación audiovisual por medio del cual realicé mi primer corto con temática zombie, tras el que se sucedieron muchos, siempre con temáticas de extrema violencia (ABERRACIÓN, PARANOIA ASESINA). Después me picó el bicho por estudiar cine, pero el asunto del dinero fue una barrera que no podía sortear ese momento, así que sin abandonar mi sueño, me metí en una institución de Concepción y cursé Técnico Audiovisual donde conocí a un profesor que me ayudó mucho en lo referente a los conocimientos esenciales del cine y en potenciar mi ganas a través de trabajo y sacrificio.

Luego de eso y una vez egresado, hice mi práctica en el Departamento de Prensa de Televisión Nacional donde me di cuenta lo amarillista con que se maneja la información. Ya en el ámbito laboral me coloqué a editar videos forestales y aunque de repente te pagaban bien no me llenaba. Así es que le dije a un amigo que postuláramos a un proyecto Fondart y nos fue mal. Entre las razones que me dieron para objetar el proyecto era que cine de autor, no se identificaba con Chile y su argumento era débil. Situación que me pareció absurda porque te trataban de imponer otro ritmo, un sello más comercial con un forzado contenido social… ¡una verdadera huevada!... así es que luego de esa experiencia decidimos hacer a pulso la película CURRICULUM (2006) en cuatro días que presentamos en algunos festivales, hasta que un día me llegó un mail de un productor que me ofreció distribuir la cinta en Estados Unidos. Después de este hecho, comencé a vivir el llamado “Sueño Americano”, ya que unos productores me ofrecieron financiar una película de un millón de dólares.

Entonces me apoyaron con los equipos y yo escribí la historia de un filme que girara en torno a una fiesta donde se invitaban a mujeres estupendas para después asesinarlas explícitamente. Una verdadera masacre bien gringa y exportable.

Lamentablemente con la crisis de la bolsa de Nueva York los inversionistas se retiraron y nos quedamos con el presupuesto base, además de un año de trabajo con todo lo que ello implica, storyboard, guión… todo parado, y como lamentablemente no tenía fecha de reinicio, comencé a hacer unos cortos y se me ocurrió la idea de hacer una trilogía. El primero sobre un caníbal. Aquí me surgió el problema del actor que lo interpretase, ya que buscamos en todos lados, actores de teatro o de cierto recorrido y nada que diera con lo que yo necesitaba y con la facilidad para exigirle lo que requería del papel, así que finalmente decidí hacerlo yo mismo y en el rol de la mujer elegí a mi polola…

La estética que utilizamos fue una muy similar a la que empleó Takashi Miike en VISITOR Q, cámara en mano y con una imagen tipo documental, bien sucia y real… y para contar la historia, puesto que ambos personajes no hablábamos, ideamos a un par de detectives que dieran el hilo conductor a la cinta, un par de amigos que nunca fueron actores, pero no tenía otra opción debido al bajo costo.

La segunda película narraba la historia de un oficinista que sufría de impotencia y que se dedicaba a torturar mujeres para compensar dicha frustración. Esa la grabamos en Santiago con un actor caribeño y una go-go dancer que le gustaba la sangre, así es que todo resultó ok.

Y con el tercer filme abordé una sátira de pareja, específicamente sobre las apariencias que intentan proyectar ciertas personas más acomodadas pero con deseos ocultos bien extremos. Un sujeto sometido que mantiene una relación gay que es descubierta por la mujer y ahí queda la cagada…

Después con las tres quise hacer un largo, pero me di cuenta que algo faltaba, una presentación potente que fuera introduciendo las historias, entonces llegué a dar con el tío de mi polola, un viejo con una cara harto cuática que se vestía bien llamativo… de hecho en el pasado fue cantante de la Nueva Ola, entonces le ofrecí un papel y aceptó, lo único fregado es que hablaba raro, así como Robocop, pero eso a la larga lo aproveché a favor de la película.

De esa manera nació DIRTY LOVE, y una vez lista la mandamos a diferentes festivales, de hecho estrenamos en SITGES, además ganamos unos premios y un festival en Italia.

Luego y con el dinero sobrante de esa película (unos 90 mil pesos) hicimos LA CREACIÓN, que mezclaba la ciencia ficción con el terror. Esa la realizamos en una cabaña en Los Yeuques y aun no la estreno, ya que cometí un error fundamental, que la hice muy personal, lo que trae como consecuencia el hecho que sea demasiado hermética. Así es que la estoy trabajando para dejarla más accesible y trata sobre un crimen pasional en medio del holocausto.

Con respecto a TORO LOCO esa está lista y espero que el estreno en Chile sea antes de fin de año. Es una película hecha para un gusto masivo, con mucha acción, sangre, balas, humor negro, lugares y personajes populares y gángsters, que se presentó en Cannes en la sección LA MARCHA DE TUS FILMES, donde la idea fue presentar la cinta en las mesas de negocios para conseguir agentes de venta y a buscar financiamiento para terminar la película a gran nivel, para mi es como EL MARIACHI del 2010…





¿Cómo valoras y ponderas el apoyo local y nacional a tu propuesta fílmica?

Hay que saber moverse, esa es la clave, hay muchas empresas que podrían apoyar pero hay que saber presentar un proyecto atractivo y lógicamente para eso se necesita del respaldo de gente especializada en el tema que sepa de estrategia y trabaje dentro del mundo de la producción y distribución. Yo estoy aprendiendo y creo ir por buen camino.

Ya que hay que ser muy inteligente para moverse, es claro que el mundo del cine, así como el del cómic, que a mí me gusta tanto, se mueve en Chile a través de grupos cerrados que están mamando del estado y que muchas veces no lo necesitan. Yo lo analizo de la siguiente manera, como en nuestro país la cosa de hacer cine ha cambiado, antes era sólo para una élite y ahora se ha masificado por el acceso al formato digital, estos grupos que yo llamo “mafias” han cambiado su estrategia que va por adjudicarse los fondos postulables para dejar sin posibilidades a otros creadores.

En otros países la cosa también se da de la misma forma aunque igual existen grupo unidos, hay mayor diversidad de propuestas.





Con respecto a eso, ¿cuál es tu análisis del cine de terror en Chile y Sudamérica?

Técnicamente está mucho mejor, por ejemplo ahora hay cámaras que te hacen sola la fotografía de una película y con respecto al tema de las ideas, siempre va a haber problema de ideas, todo depende de los realizadores y de su capacidad de generar historias atractivas y que se adapten a un costo manejable. Lo destacable es que hay más variedad y, por ende, géneros que están siendo abarcados.






¿Cuál es tu metodología de creación?

La idea principal, esa que te lleva a una historia completa debe ser adaptada siempre a los recursos con que cuentas: elementos, escenarios, actores, producción, en fin, nunca se debe dejar un detalle al azar. De hecho, este tema va de la mano con las temáticas a explorar, por ejemplo, eso es lo que yo estoy haciendo, cine de autor, terror, humor negro, acción, erotismo, gore, y espero en el futuro poder adentrarme en el género de drama, pero siempre con un sello personal, incorporando elementos que a mí me encantan como el horror social que tan bien maneja el mexicano Carlos Arriagada. Encajo el presupuesto que tengo a la historia y temática a llevar a la pantalla. Nunca hay que olvidar que esto es un negocio, yo siempre pienso que mis películas sean vendibles, el cine no es arte, es un negocio y después arte.





¿Qué cineastas o películas te han influenciado a lo largo de tu carrera?

Gaspar Noe por lo experimental y chocante que es, Robert Rodríguez por la capacidad de autogestión y por el ritmo que le imprime a sus películas, Clive Barker por el horror y como hace de este un elemento comercial, Takashi Miike por el sello personal que le imprime a sus trabajos y por la diversidad, toda la obra de David Cronenberg, algo de David Lynch y no pueden faltan autores tan de culto como Lucio Fulci y Darío Argento. También en el mundo del cómic tengo mis referencias como Frank Miller, Graeme Mc Millan (Kick Ass), Miguel Ángel Martin, ese es más menos el espectro del que me he nutrido para elaborar mi propia vertiente creativa.




¿Cuáles son tus expectativas para el futuro y cómo las proyectas?

Seguir haciendo películas, ojala con mayor presupuesto y con un financiamiento más sostenido. Sé que todo va en saberse mover y en saber presentar los proyectos, esa el la única forma de gestionarse recursos para llevar a la pantalla mis ideas. Esa es quizá la lección más grande que he aprendido en estos años, “en el cine hay que saberse mover en el ámbito comercial, esa es la clave” y lógicamente hacerlo con el respaldo de personas que conozcan como funciona esta cosa y te orienten de buena manera.

Pero ahora mis expectativas están colocadas en saber vender TORO LOCO, que le vaya excelente, tanto aquí en Chile como en el extranjero, y que me pueda abrir puertas, ir haciéndome un espacio y un nombre, ya que de esta forma tendré mejores posibilidades de continuar haciendo cine que es mi gran pasión. En relación a eso, es que, en estos momentos, estoy en elaborando un proyecto para realizarlo ojala el próximo año con un presupuesto de unos 30 millones de pesos que sería un verdadero sueño hecho realidad. Todo dependerá del financiamiento y a eso estamos apuntando.