miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL FIN DEL MUNDO EN 35 MM (John Carpenter, 2005)



















EL FIN DEL MUNDO EN 35 MM


AÑO: 2005
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
DIRECCIÓN: JOHN CARPENTER
PRODUCCIÓN: BREN BROWNING, ADAM GOLDWORM
PROTAGONISTAS: UDO KIER, CHRIS BRITTON, GARY HETHERINGTON, NORMAN REEDUS.


ARGUMENTO:

Perteneciente a la saga MAESTROS DEL TERROR creada en 2005 donde se reunió a los más connotados directores identificados con el género para rodar películas de una hora de duración. En esta ocasión, es John Carpenter quien nos entrega este telefilme que trata sobre el dueño de una sala de cine (Kirby) que es contactado por un hombre acaudalado para que le consiga una de las copias de la película EL FIN ABSOLUTO DEL MUNDO rodado en la década de los setenta, que encierra una oscura leyenda de catástrofes y sangre que la han enterrado en capas de silencio e inaccesibilidad… Kirby reconoce en este trabajo la oportunidad de reunir el dinero suficiente para pagar una deuda con el padre de su fallecida novia y así asegurar la propiedad de su posesión más atesorada… pero no será fácil y esta empresa lo llevará por varios lugares del mundo, conversando con críticos, distribuidores, coleccionistas y hasta la viuda del controvertido director, que dejarán a Kirby en un limbo de incertidumbres y miedos que irán alterando su vida para siempre, y es que los “efectos” que produce la cinta son precisamente los que desatan un carnaval de sangre y locura puesto que su ascendencia está directamente relacionada con los horrores más ocultos en el inconciente del alma humana…


COMENTARIO:

Les confieso que siempre he sido un ferviente seguidor de todos aquellos temas que encierran silentes misterios que indefectiblemente llevan a la nada misma… es decir, a una conclusión abierta y enigmática que sitúan al hombre como un elemento más bien reaccionario a lo que sucede, que como agente activo y controlador… bueno, la cosa es que EL FIN DEL MUNDO EN 35 MM es una muestra de ello y como tal, les aseguro que es una cinta bastante estimable y realizada por Carpenter en una etapa de su vida en que ya no le queda nada por demostrar, pero sí, mucho por descubrir… la historia en cuestión, se centra en las obsesiones del ser humano por la autodestrucción y por todo lo que represente un desafío límite, así como también sobre los traumas ocultos que cada uno posee y que, en la mayoría de las veces, van quedando guardados al alero de las sombras del olvido y la inconciencia... entonces, ¿qué pasa después?, simplemente que no podemos vivir el presente y siempre estamos anclados al pasado, tiritando al llegar a un nuevo día, llenos de preguntas y sin ninguna respuesta en el bolsillo… todo lo anterior, simbolizado en una película (¡que potente es el cine Dios mío!) de contenido desconocido que sólo tiene como referencia el haber impactado y enloquecido a las personas que asistieron a su estreno, allá por la década de los setenta en el festival de Sitges… entonces viajamos junto al protagonista por la ruta de este tesoro mortal, el que hace aflorar en él, los dolores personales relacionados con la muerte de su novia debido al consumo de drogas…
Para ser un filme de 50 minutos está bien, posee los elementos clásicos del terror (tensión, violencia, suspenso, sangre y misterio), bien administrados y en sus dosis justas, una fotografía oscura y deprimente, una interesante banda sonora (compuesta por Cody Carpenter) y actuaciones más que convincentes… amigos, les prometo que me la pasé bien visionando este filme que comienza al hueso y termina sacudiéndonos en medio de quemaduras de cigarros que nos llevan al paraíso del dolor, ese del que todos queremos escapar, pero que, por otro lado, sabemos que siempre está ahí, esperando pacientemente…

BUENA MUESTRA DE LO QUE EL CARPENTER DE HOY PUEDE HACER Y ESO SE AGRADECE…