domingo, 8 de noviembre de 2009

HALLOWEEN (John Carpenter, 1978)





























HALLOWEEN


AÑO: 1978
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
DIRECCIÓN: JOHN CARPENTER
PRODUCCIÓN: DEBRA HILL
PROTAGONISTAS: DONALD PLEASENCE, JAMIE LEE CURTIS, NANCY LOOMIS, P.J. SOLES, NICK CASTLE, TONY, TONY MORAN.


ARGUMENTO:

La noche de Halloween de 1963 quedó marcada a fuego para los habitantes de Haddonfield, ya que un pequeño de seis años de nombre Michael Myers asesinó, sin razón aparente, a su hermana y a la pareja de esta con un cuchillo cocinero. A raíz de este suceso, Michael fue encerrado en un psiquiátrico a cargo de un especialista llamado Dr. Loomis, quien se transformó en la persona que mejor conoce a Michael y a su personalidad ensimismada, indolente, sin la más mínima muestra de emoción humana. Lo grave es que 15 años después, Michael logra escapar del centro médico y se dirige a su ciudad natal justo para el 31 de octubre, es decir, Halloween… durante esa noche asolará a todos los jóvenes del sector, personificando al clásico Boogeyman (cuco), para hacerlos “pagar” por sus excesos liberales de carácter sexual, entre ellos, destaca Laurie, una joven estudiante que trabaja los fines de semana de babysitter, la que desconoce que será protagonista principal de esa macabra noche, donde sólo el Dr. Loomis y su conocimiento del psychokiller podrán ser una tabla de salvación.


COMENTARIO:

Slasher puro… contundente, con los elementos justos y bien ejecutados para entregar una obra de culto dentro del cine de terror, la que funda, con propiedad, el sub-género de pychokiller como lo conocemos hoy y además se da el lujo de crear a uno de los personajes más representativos del terror como Michael Myers… HALLOWEEN es una película independiente que fue realizada con un bajo presupuesto pero con una gran capacidad creativa a manos de un joven John Carpenter, el que ya a partir de este filme fue fraguando su estilo, que mezcla una buena historia (filmada en un acertado barrio residencial), personajes creíbles y bien interpretados, una dirección dinámica, una fotografía interesante y una banda sonora única… la historia es simple, un psicópata con disturbios mentales desde su infancia, se logra escapar del hospital psiquiátrico donde estaba recluido y regresa a la ciudad de origen para vengarse de todos aquellos jóvenes con las hormonas revolucionadas… de cierta forma, Michael Myers es una especie de personificación de la sociedad represora y conservadora, la que llega a un punto enfermizo al llevar su postura escandalizada contra la libertad que vivían los jóvenes de esa época (años sesenta y setenta) a una instancia de muerte brutal… Carpenter toma este relato y lo circunscribe en el terror puro, con un ritmo progresivo de tensión y dotando a su personaje principal de un halo sobrenatural y una respiración desesperante que angustia al espectador hasta sumirlo en la vorágine de horror en que el personaje de Laurie va cayendo sin remedio, quizá sólo la presencia de un par de niños a los que cuida, que vienen siendo la pureza misma, sea su fortaleza para enfrentar al mal y a sus propios temores… a pesar de la temática, la cinta no cuenta con una gran cantidad de muertes, ni estas son demasiado explícitas, más bien Carpenter se la juega por la atmósfera sostenida, por Michael enfundado en un mameluco de mecánico y con una máscara blanca inexpresiva, fiel reflejo de su personalidad muerta… les digo, porque al final nos damos cuenta que este personaje era una especie de muerto vivo, lo que aumenta el terror y la desazón en que caen los dos protagonistas: Laurie y el Dr. Loomis…
Una obra rodada con el corazón y eso se siente y se agradece, Carpenter demuestra que con recursos mínimos es posible construir una obra tan magnífica que ha tenido las interminables secuelas conocidas con dispar éxito, pero sin alcanzar la categoría de esta obra fundacional…


OBRA MAESTRA…