viernes, 22 de enero de 2010

CROMOSOMA 3 (David Cronenberg, 1979)




























CROMOSOMA 3


AÑO: 1979
PAÍS: CANADÁ
DIRECCIÓN: DAVID CRONENBERG
PRODUCCIÓN: CLAUDE HÉROUX
PROTAGONISTAS: OLIVER REED, SAMANTHA EGGAR, HENRY BECKMAN, ART HINDLE.


ARGUMENTO:

Un psiquiatra creador de una teoría psicoanalítica experimental (psicoplástica) realiza sus terapias a diversos pacientes con trastornos mentales psicóticos a través de dos ámbitos: invadiendo genéticamente a la persona y efectuando sesiones con ella para que exteriorice sus miedos, frustraciones y odios, con el fin de limpiar su mente. Al principio todo parece ir bien, pero una paciente comienza a tener un cambio radical con respecto a su problemática (violencia en contra de su hija pequeña), puesto que su manera de exteriorizar su odio es a través de engendros que agreden a quienes son objeto de su sentimiento maligno. Es así como se suceden una serie de asesinatos, sin explicación, que levantan las sospechas del marido de la mujer, el que inicia una investigación personal para desentrañar lo que se esconde tras ese “atípico” tratamiento y sus verdaderas consecuencias…


COMENTARIO:

¿Cuán proyectivo es el dolor?, ¿cómo exteriorizar la energía negativa sin dañar a los demás?, ¿qué tan enraizados están los traumas infantiles, cómo canalizarlos y revertirlos para potenciar nuestro espíritu?... preguntas, muchas preguntas que cruzaron por mi mente, luego de observar detenidamente este filme del gran Cronenberg, una cinta impregnada en la esencia de su cine crítico que orbita en los cuestionamientos valóricos y morales de los límites humanos cuando son transgredidos a través de las ciencia… en este caso, el relato versa sobre la experimentación psíquica en pacientes que arrastran quiebres extremos y que son sometidos a un particular tratamiento invasivo a su genética cerebral con resultados destructores…

El dilema humano que plantea el filme es lo más rescatable, enmarcado en un buen guión, grandes actuaciones y un desenlace de antología que evidencia que los dolores más que las felicidades son trasmisibles en la sangre… esto me recordó claramente una de las teorías psicológicas de multifacético Alejandro Jodorowsky, quien en su corriente sanadora llamada psicomagia plantea que todos los hechos que han marcado la infancia y la posterior adultez de un ser humano tienen su origen en el árbol genealógico del individuo y para encontrar el estado de sanidad debe recurrir a actos poéticos irracionales que van directo al inconciente (este acepta la metáfora) y ayudan a transformar el dolor en equilibrio…

Amigos, sin duda que este es uno de las mejores cintas de Cronenberg y una de las mejores de la historia del cine fantástico, ya que es un examen gigantesco a nuestra propia psiquis con el fin de determinar ¿qué hacemos, a diario, con la carga negativa que vamos absorbiendo en la vida?… como revertimos eso en potencia y ganas de vivir, de ser felices… ¿una gran disyuntiva no les parece?... es por ello que este filme sobresale, ya que toma un tema tan complejo y lo expone de manera consecuente, ácida y descarnada…

Particularmente les confieso que esta temática es muy cercana para mí, siempre me he cuestionado estas cosas, llegando a la conclusión que lo mejor es brindarse a uno y los demás… cuando uno logra enfrentarse consigo mismo sale airoso y más fuerte, y es allí donde eso hay que proyectarlo, de otro modo se pudre… ya lo mencioné en el primer comentario que subí en este blog, sobre la película MIRAGEMAN que a mi me mató… primero por tratarse de un superhéroe (en la niñez me inventaba muchos), con una estética de los setenta muy nostálgica y por que el protagonista era un hombre en estado puro, que del dolor lograba una felicidad y segundo por el mensaje final… lo que significa entregarse… a mi me tocó muy a fondo, ya que además en ese momento de mi vida, yo estaba a cargo de dos personas enfermas y postradas (familiares), que más tarde fallecieron, lo que me demandó brindarme hasta más allá de mis posibilidades racionales… después de eso, les puedo afirmar con total convencimiento que EL SER HUMANO NO TIENE LÍMITES AFECTIVOS se los puedo jurar…

Volviendo al largo, señalar que las escenas orgásmicas que contiene son muchas, pero a la mente se me viene el ataque de los engendros a los padres de la mujer, las conversaciones del médico con su paciente en medio de la terapia (cuando abre la obra) y la secuencia final… una película sin desperdicio que es bueno servírsela de una para disfrutar completo su sabor…


ESTUPENDA OBRA CON UNA TEMÁTICA MUY ACTUAL Y CERCANA…