jueves, 15 de abril de 2010

CATARSIS DE TERROR: EXPRESO DE MEDIANOCHE (1978)


EL PARAISO EN EL PATIO DEL INFIERNO


Es claro que esta sección la realicé con el gran objetivo de darles a conocer las escenas que más me han impactado y marcado en mi vida… es por eso que han desfilado en CATARSIS DE TERROR una serie de momentos a fuego que de una u otra manera fueron alimentando la llama de mi pasión por el cine en general y fantástico en particular.

Pero después de meditarlo, he llegado a la conclusión que me es necesario ampliar estos límites y profundizar en otras cintas, aun cuando no sean particularmente del género, que fueron importantes y que me siguen definiendo en la vida.

El título que les quiero presentar esta vez, y que vi con unos 16 años, es EXPRESO DE MEDIANOCHE, la obra de Alan Parker de 1978, con un guión escrito por Oliver Stone basado en la historia real de Billy Hayes, un joven norteamericano encarcelado de por vida en Turquía, por posesión y tráfico de drogas, con la genial actuación principal de Brad Davis y el excelso tema central compuesto por Giorgio Moroder, un clásico indiscutido…

Para mi, esta peli es una metáfora de horror de la existencia humana en varios aspectos, pero esencialmente en el que dice relación con el luchar constante en contra de las adversidades que se nos van presentando, por mucho que estas parezcan insalvables o utópicas, por lavar heridas internas y por el desafío de conocerse a si mismo, desnudo y sin adornos… para llegar al equilibrio y a la felicidad como estado interno hay que pelar el ajo, hay que sacrificarse, nadar contra la corriente “normal” y “cómoda”, tomar las decisiones justas en los momentos justos para aclarar el camino y sobre todo creer en uno mismo, no dejarse llevar por las voces que te dicen que no eres más que una máquina defectuosa, o sea que estás equivocado… joder!, hay que cruzar el umbral del fracaso y arriesgarse!, pero hacerlo con la convicción del alma!…

Ahora con unos cuantos años demás, la emoción permanece y la esencia está más viva que nunca… entonces me fue difícil escoger una de las tantas escenas que me marcaron, pero he optado por la secuencia final… aquella donde Billy ve la luz y se abalanza sin pensarlo dos veces sobre su sueño… que no era otro que estar nuevamente rodeado de su red emocional, de su soporte afectivo… de sus padres y de la mujer que amaba…

Amigos de FANTASMATADERO, esta pieza es única y yo la ubico dentro de las más golpeadoras de la historia del cine y como uno de los pilares más relevantes en mi existencia… emoción pura y en constante ebullición… una CATARSIS DE TERROR muy terapéutica y redentora…