viernes, 15 de enero de 2010

EL PADRASTRO (Joseph Ruben, 1987)






















EL PADRASTRO


AÑO: 1987
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
DIRECCIÓN: JOSEPH RUBEN
PRODUCCIÓN: JAY BENSON
PROTAGONISTAS: TERRY O’QUINN, JILL SCHOELEN, SHELLEY HACK, CHARLES LANYER, STEPHEN SHELLEN.


ARGUMENTO:

Jerry Blake es un hombre maduro que sueña con la familia perfecta: una casa estupenda, una esposa devota y unos hijos amorosos, lo único malo es la forma en que Jerry pretende conseguir eso: por medio de la fuerza y el control, llegando incluso a la muerte si es necesario… su modus operandi es claro: consigue un buen trabajo en alguna ciudad tranquila, después alquila una casa en un buen barrio y liga con alguna mujer del sector que sea soltera, viuda o divorciada para formar una familia, ahora si tiene hijos, tanto mejor, ya que la tarea se presenta más completa. Si todo funciona bien, miel sobre hojuelas, pero si algo sucede y su verdadera identidad está en peligro, la situación cambia en 180 grados y Jerry saca a relucir sus instintos asesinos con el objetivo de borrar cualquier huella que lo incrimine, para después iniciar otra vida, en búsqueda de otra familia… eso le ocurrió hace un año y no tuvo problemas para deshacerse de su anterior vida y salir incólume, el asunto es que la familia que acaba de formar, junto a su nueva mujer y la hija de ella, le está trayendo más dificultades de las esperadas, primero porque el hermano de su última pareja le sigue la pista y, sobre todo, por la mala relación con su nueva hijastra, quien sospecha de él y hará todo lo posible por desenmascararlo…


COMENTARIO:

Ya me acordaba del rostro de Terry O’Quinn cuando, de un momento a otro, pasaba de ser un amable dueño de casa y se transfiguraba en un demente esquizofrénico que repetía, una y otra vez, lo que debía corregir para conservar su familia perfecta… era apenas un niño de unos 13 años y ya me pasaba rollos con ese sujeto de mirada inquisidora y perturbada… me preguntaba si era posible que hubiera alguien capaz de semejantes atrocidades, por el sólo hecho de haber tenido una infancia dura, sin especificar que tanto, ya que en el filme nunca se sabe al detalle los motivos que gatillaron su comportamiento… me pasé varios días tratando de comprender al personaje y lo comparaba con los modelos que tenía a mano, sin lograr encontrar una respuesta que me dejara satisfecho… claro que unos años después comencé a comprender que el periodo de la infancia es la base de lo que será la vida en la adultez, me explico, es cosa de que cada uno haga una pequeña introspección y se dará cuenta que todo lo que guardamos desde nuestra niñez, lo conciente (aunque también lo inconciente), aquellas experiencias simples y complejas que pasaron por nosotros, han sido las semillas que brotan siendo adulto, específicamente cuando se entra en esa etapa que deja atrás la adolescencia… ahora, depende de nuestro nivel de inteligencia, equilibrio espiritual y honestidad que podamos enfrentar esos sucesos e incorporarlos a nuestra ruta… de otro modo, pasaremos la vida escondidos detrás de roles, obsesionados con el miedo a perder identidad, valores y bienes materiales, con la consecuencia marcada de volvernos seres humanos “enfermos” (sin equilibrio emocional), dejando pasar la vida sin reparar en lo esencial: LOS AFECTOS (que es en definitiva lo que queda en el recuerdo cuando se baja el telón)… créanme, los afectos son LA BASE para una existencia equilibrada y plena, es por lo único que vale la pena luchar, y aquí englobo muchas cosas: el afecto que se siente, el que se expresa, el reconocer en otro a un ser único e irrepetible, el vivir sin mentiras, sin importar la opinión maliciosa de la gente, sin tener como norte la carrera por el éxito material, cuando lo que más se acerca a este es la satisfacción emocional de ser quien uno es…

Pero vamos con el filme, la introducción ya ha sido demasiado extensa y nos olvidamos a lo que vinimos… ante todo, quien conozca la carrera del director Joseph Ruben sabe más o menos a que atenerse, este realizador responsable de filmes como EL BUEN HIJO, DURMIENDO CON EL ENEMIGO y MISTERIOSA OBSESIÓN, es especialista en presentar drama de corte thriller psicológico, donde los agentes familiares son los principales protagonistas, en sus películas toda la problemática es consecuencia de desequilibrios mentales, de secretos guardados en lo hondo del corazón, que coartan a las personas en un actuar extraño, violento y que se va haciendo cada vez más descontrolado… y dentro de ese universo, surge esta cinta EL PADRASTRO, un clásico de los ochenta de la serie B, que narra la vida de un tipo que producto de un severo trauma infantil, se obsesiona con encontrar la familia ideal para mantenerla a cualquier precio (estamos hablando de sangre muchachos)… en apariencia es un sujeto “normal” (que palabra más manoseada y hueca), buen esposo y padre, pero en su interior bullen instintos asesinos que hacen su aparición cuando se ve amenazado o a punto de ser descubierto… ¿qué hace entonces?, pues no mucho, mata a toda su linda familia, se cambia de ciudad, de trabajo y se encuentra a otra mujer sola, con hijos, que quiera compartir su vida con él…

La película tiene aciertos y errores, dentro de sus virtudes está la tensión psicológica que tramite el personaje principal (Terry O’Quinn, actor de la serie LOST), con una acertada interpretación sobre las consecuencias de esas barreras emocionales que nos impiden desplegarnos, en la que incluye transformaciones físicas notables y el acierto de mantener el interés en la historia a pesar de contar con un guión débil y con agujeros evidentes… lamentablemente, Ruben no es un virtuoso y eso se nota, ya que de los demás aspectos no hay nada por resaltar, las demás actuaciones son mediocres y la resolución de la historia es una melosa estupidez que debió ser todo lo contrario: brutal y sin aliento…

Si lo único por lo que se recuerda la cinta es por O’Quinn, puesto que Ruben ofrece una dirección uniforme, sin atractivo visual, con una puesta en escena muy televisiva y con elementos archiconocidos y, por ende, demasiado básicos…

Si la ven, seguro se quedarán con la actuación del protagonista, porque lo demás, es un relleno que desentona, aun cuando no llega a desmoronarse del todo…

FILME DEL MONTÓN QUE VA MÁS POR EL TEMA QUE POR LA OBRA EN SÍ…