sábado, 20 de diciembre de 2008

SATÁNICO PANDEMONIUM (Gilberto Martínez Solares, 1973)













SATÁNICO PANDEMONIUM


AÑO: 1973
PAÍS: MÉXICO
DIRECCIÓN: GILBERTO MARTÍNEZ SOLARES
PRODUCCIÓN: JORGE BARRAGÁN
PROTAGONISTAS: CECILIA PEZET, ENRIQUE ROCHA, DELIA MAGAÑA, CLEMENCIA COLÍN.


ARGUMENTO:

Una joven monja que vive en un tranquilo convento en México comienza a sufrir tentaciones del diablo. Al principio se resiste, pero pronto caerá en la seducción que le propone, transformándola en una mujer llena de excesos carnales (sexo lésbicos y con un niño), blasfemias y desenfreno asesino.


COMENTARIO:

Debo confesar que las películas sobre monjas sexuadas son una de mis más profundas fantasías, el solo hecho de imaginarlas con sus hábitos y en situaciones sexuales apasionadas y desatadas, me produce un placer especial. Gilberto Martínez Solares nos entrega una película que causó mucha polémica en su época, ya que trata sobre la historia de María, una joven monja de convento, que es tentada por Satanás personificado en un hombre de voz suave y seductora. Ella resiste las visiones y propuestas de carne y sangre, pero por dentro, María irá desarrollando un volcán que no tardará en estar listo para estallar. Desea, odia, se apasiona, siente placer y orgasmo por lo prohibido, por aquello tachado de pecado, por el vicio indescriptible de gozar con lo censurado… aquí es donde la monja se vuelca a no colocar cortapisas a sus bajas pasiones y , sin reparos, asesina (mata a una monja negra que sufre por el color de su piel y por el maltrato dentro del convento), tiene sexo con otras monjas, seduce a un niño y se acuesta con él, derroca a la madre superiora… el demonio a hecho su tarea, pero en verdad es María la que lo ha llevado consigo desde siempre. De prueba está el instante en que seduce al niño pastor: “¿conoces la historia del rey de las aguas?... ¿no?...es un cuento, pero tu ya estás muy grande para cuentos… ¿ya tienes novia?... no tendría nada de malo… pronto serás un hombre, si es que ya no lo eres…sí, ya eres un hombre ¿verdad que ya eres un hombre?...si no lo eres todavía yo voy a ayudarte…” o cuando se rebela en contra de la madre superiora: “no madre, no soy inocente…el demonio que habita en mi no está dentro de esas definiciones, para mi no existe el infierno…si no que ¡YO SOY EL INFIERNO!... subiré al cielo, hasta lo más alto y edificaré mi trono junto a las estrellas…seré semejante a Dios…no le serviré más…¡SI NO ME REBELARÉ CONTRA ÉL!”.
SATÁNICO PANDEMONIUM es un filme que causó mucho escándalo en la época que se estrenó, incluso fue censurado en muchos países. Lo mejor es la protagonista, una actriz muy bella, se mirada pícara y que logra ser creíble. Quizá no sea una gran actriz, pero esta bien. La dirección es lo más errático del largo ya que el ritmo es lento y hay escenas que están más de relleno que de aporte (al inicio las primeras tomas del convento, cuando se enferma la vaca, la orgía final donde se debió arriesgar más en cuando a sexo y sangre), el final contiene escenas que a mi me dejaron alucinado, momentos bien logrados que hacen de la película digna de verse…la personificación del diablo a manos del actor Enrique Rocha es deplorable… quizá lo único que lo salva es su estampa pero su interpretación es poco agresiva y demasiado acartonada (si hubiese sido más trascendente le abría aportado al filme en intensidad), los efectos son muy básicos e ingenuos y eso también le resta fuerza al producto final.
En la suma y resta, SATÁNICO PANDEMONIUM ES UN BUEN FILME A DESCUBRIR EN EL FANTÁSTICO MEXICANO DE LOS SETENTA, LO RECOMIENDO POR EL TEMA DE LAS MONJAS Y EL SEXO, MÁS QUE POR LO SATÁNICO…
CON MÁS LIBERTAD Y ATREVIMIENTO SE HABRÍA CONVERTIDO EN UNA GRAN PELÍCULA DE CULTO… PERO ESTÁ BIEN…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustaria tener sexo con una monja. Abrazarla, levantarle su falda para verle los calzones, bajarle su calzon, agarrarle el culo, besarla con lengua, penetrarla por la vagina y por el culo. Despues que me chupe mi pene y se trague mi semen. Esta es mi fantasia sexual que me gustaria efectuar alguna vez.