lunes, 18 de octubre de 2010

QUIERO LA CABEZA DE ALFREDO GARCÍA (Sam Peckinpah, 1974)




























QUIERO LA CABEZA DE ALFREDO GARCÍA


AÑO: 1974
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
DIRECCIÓN: SAM PECKINPAH
PRODUCCIÓN: MARTIN BAUM
PROTAGONISTAS: WARREN OATES, ISELA VEGA, ROBERT WEBBER, KRIS KRISTOFFERSON


ARGUMENTO:

Un rico hacendado se siente profundamente deshonrado… su hija lleva en su vientre el fruto de una oculta relación con un sujeto llamado Alfredo García y el padre no está dispuesto a dejar todo como está… es por ello que coloca precio a la cabeza de García y a partir de allí se desata una cruenta cacería por el desierto mexicano, en donde surge la figura de un perdedor que verá en esta posibilidad la redención que tanto había esperado…


COMENTARIO:

La vida de Sam Peckinpah fue una verdadera película sangrienta… de esas donde la sangre caliente destila por las heridas mientras se siente el sol abrazador quemando las entrañas… todo debido a sus excesos que fueron “aprovechados” para plasmar un cine crepuscular, bestial y lleno de una atmósfera decadente…
Admirando a rabiar gran parte de su filmografía, me centraré en esta cinta que por muchos es catalogada, junto a EL GRUPO SALVAJE (1969) como su película más potente y lograda. Tenemos una historia escrita a punta de balas y sangre… a punta de dolores… a punta de traumas… a punta de venganzas… todo ello envuelto por un par de existencias malditas… un par de seres mediocres y perdedores que ven en la chance de encontrar la cabeza de Alfredo García (por la que un viejo millonario ofrece un millón de dólares) y poder “escapar” de su realidad…
Este par es una pareja formada por un maduro trabajador de taberna y una prostituta… ambos perdidos… ambos con las ansias de concretar su amor fuera del escenario beligerante que se les ha presentado hasta entonces…
El filme cuenta con un ritmo maravilloso… con el acelerador a fondo cuando lo amerita y más pausado cuando es necesario decantar ciertos hechos y personalidades… además posee escenas de enfrentamiento dignas de las mejores secuencias violentas jamás filmadas… Peckinpah en todo su esplendor… con un ejercicio depurado de las técnicas que lo hicieron una leyenda (incluida la cámara lenta) y con una estética sucia y perdida… que hace que los personajes se pierdan en una surrealista dimensión donde una fina línea divisoria los separa de la muerte en vida…
Este magnífico realizador de origen indio siempre dijo que su gran obsesión era plasmar al perdedor… al sujeto que ya no tenía razones de vida y que por lo tanto estaba dispuesto a apostar su cabeza con tal de resarcirse de sus propias llagas… ¡que genial es luchar por la redención del alma jugándose todo en una guerra que de antemano se puede perder!... este tipo de historia me llega a fondo, pues siempre me he considerado un héroe de mi mismo… un lacónico personaje de una película llamada vida… que apuesta a diario por tocar el cielo antes de “bailar” al ritmo de las balas…
Amigos, estamos hablando de una obra de culto perfecta… una sinfonía de aquellas líneas que decía unos personajes de EL GRUPO SALVAJE (1969), la obra maestra de Peckinpah:
-Vamos a morir!...
-¿Por qué no….?
Que entrega!... que salvajismo más puro!... que fuerza!... que luz en medio de la desolación!...
QUIERO LA CABEZA DE ALFREDO GARCÍA es una producción que no ha perdido ni un ápice de su propuesta… el trabajo de Peckinpah, tanto en las formas (tratamiento visual) como en el fondo (historia fuertemente psicológica) llega a niveles descomunales que DEBE apreciarse sí o sí…

GRANDE SAM!!!