EL ASESINO DEL TALADRO
AÑO: 1979
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
DIRECCIÓN: ABEL FERRARA
PRODUCCIÓN: ROCHELLE WEISBERG
PROTAGONISTAS: PETER YELLEN, JIMMY LAINE, CAROLYN MARZ, HARRY SCHULTZ
ARGUMENTO:
Un artista plástico está sumido en un trabajo que lo tiene obsesionado… a la presión de su agente, surgen los problemas con su novia y la amiga de esta, su decadente visión de los seres marginales y el ruido que ocasionan los nuevos vecinos, quienes conforman una banda de rock…
Todo ello, llevará a este sujeto a un shock de proporciones que lo transformará en un asesino brutal y despiadado como una forma catalizadora de palear su angustia y vacío interno…
COMENTARIO:
¡Por fin!... ¡por fin!, estoy de vuelta!.... y que mejor con una cinta de Abel Ferrara, uno de mis realizadores favoritos que se nos viene con su ópera prima… una cinta protagonizada por el mismo, donde da rienda suelta a la psicodelia que significa la demencia centelleante de un creador, de un artista que vive preso de sus obsesiones y que está constantemente absorbiendo todo su entorno, con una sensibilidad fuera de lo común, que lo está trastornando y lo está llevando al delirio en forma de visiones macabras donde se mezcla la realidad y la imaginación más subterránea…
Ahora bien, como su primera experiencia en largos, hay que decir que Ferrara se conduce con un presupuesto de mierda, que se nota, pero que les digo, no empaña la esencia de su cine…
Aquí hay una estética brutal, sucia, enferma… una propuesta visual que vuelve la ciudad de Nueva York una verdadera jungla de decadencia donde pululan personajes distorsionados, parias, carentes de humanidad y con un marcado acento en la violencia que adorna los lugares como una atmósfera densa y hambrienta…
La temática de la locura que termina por dominar al creador, me pareció atractiva y, como tema, muy interesante (personalmente ese cruel jueguito entre crear y romper me toca a full)… ya recuerdo el filme español ARREBATO que lo toca y que plantea el estado de creación como una instancia de suspensión… de quiebre entre la cordura y la irrealidad… de poesía maldita que penetra en las sienes de aquellos espíritus sensibles y que carcome los cimientos de lo comprensible para ir más allá… a una dimensión de la que no se vuelve…
El caso de EL ASESINO DEL TALADRO, nos muestra a un pintor que está presionado por la vida y aplastado por la existencia… que vive en el lado oscuro del cual parece no salir o no querer salir…
En su metraje se correa un asco vital que se inyecta en la vena del espectador hasta hacerlo vomitar... es decir, no le deja alternativa más que de presenciar actos denigrantes con el sólo propósito de mantenernos al tanto de que la vida no es una imagen armónica, sino que todo lo contrario, un desnivel constante que nos demanda romper las burbujas sociales e ir lejos de las verdades que nos venden… ya que ellas son las que terminan embruteciendo nuestra mente y secar nuestra alma…
No es una gran película, ni por mucho la mejor de Abel Ferrara, pero de que es valiosa dentro de su filmografía, eso es indesmentible… drama existencial, horror social, esquizofrenia personal y colectiva… todo con buenos momentos gore, estimulante banda sonora y actuaciones creíbles… estamos en presencia de una cinta que llega y retuerce, y que a pesar de tener una resolución esperada y quizá algo fácil, de cualquier modo impacta y siembra…
INTERESANTE FILME CON EL SELLO DE FERRARA…
AÑO: 1979
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
DIRECCIÓN: ABEL FERRARA
PRODUCCIÓN: ROCHELLE WEISBERG
PROTAGONISTAS: PETER YELLEN, JIMMY LAINE, CAROLYN MARZ, HARRY SCHULTZ
ARGUMENTO:
Un artista plástico está sumido en un trabajo que lo tiene obsesionado… a la presión de su agente, surgen los problemas con su novia y la amiga de esta, su decadente visión de los seres marginales y el ruido que ocasionan los nuevos vecinos, quienes conforman una banda de rock…
Todo ello, llevará a este sujeto a un shock de proporciones que lo transformará en un asesino brutal y despiadado como una forma catalizadora de palear su angustia y vacío interno…
COMENTARIO:
¡Por fin!... ¡por fin!, estoy de vuelta!.... y que mejor con una cinta de Abel Ferrara, uno de mis realizadores favoritos que se nos viene con su ópera prima… una cinta protagonizada por el mismo, donde da rienda suelta a la psicodelia que significa la demencia centelleante de un creador, de un artista que vive preso de sus obsesiones y que está constantemente absorbiendo todo su entorno, con una sensibilidad fuera de lo común, que lo está trastornando y lo está llevando al delirio en forma de visiones macabras donde se mezcla la realidad y la imaginación más subterránea…
Ahora bien, como su primera experiencia en largos, hay que decir que Ferrara se conduce con un presupuesto de mierda, que se nota, pero que les digo, no empaña la esencia de su cine…
Aquí hay una estética brutal, sucia, enferma… una propuesta visual que vuelve la ciudad de Nueva York una verdadera jungla de decadencia donde pululan personajes distorsionados, parias, carentes de humanidad y con un marcado acento en la violencia que adorna los lugares como una atmósfera densa y hambrienta…
La temática de la locura que termina por dominar al creador, me pareció atractiva y, como tema, muy interesante (personalmente ese cruel jueguito entre crear y romper me toca a full)… ya recuerdo el filme español ARREBATO que lo toca y que plantea el estado de creación como una instancia de suspensión… de quiebre entre la cordura y la irrealidad… de poesía maldita que penetra en las sienes de aquellos espíritus sensibles y que carcome los cimientos de lo comprensible para ir más allá… a una dimensión de la que no se vuelve…
El caso de EL ASESINO DEL TALADRO, nos muestra a un pintor que está presionado por la vida y aplastado por la existencia… que vive en el lado oscuro del cual parece no salir o no querer salir…
En su metraje se correa un asco vital que se inyecta en la vena del espectador hasta hacerlo vomitar... es decir, no le deja alternativa más que de presenciar actos denigrantes con el sólo propósito de mantenernos al tanto de que la vida no es una imagen armónica, sino que todo lo contrario, un desnivel constante que nos demanda romper las burbujas sociales e ir lejos de las verdades que nos venden… ya que ellas son las que terminan embruteciendo nuestra mente y secar nuestra alma…
No es una gran película, ni por mucho la mejor de Abel Ferrara, pero de que es valiosa dentro de su filmografía, eso es indesmentible… drama existencial, horror social, esquizofrenia personal y colectiva… todo con buenos momentos gore, estimulante banda sonora y actuaciones creíbles… estamos en presencia de una cinta que llega y retuerce, y que a pesar de tener una resolución esperada y quizá algo fácil, de cualquier modo impacta y siembra…
INTERESANTE FILME CON EL SELLO DE FERRARA…
